Exposición Colectiva «Sin límites» – Palacio de Sástago – Zaragoza 2003
El Palacio de Sástago, en su ya larga y sólida trayectoria como lugar expositivo, tenía pendiente enfrentarse con el mundo del diseño de un modo amplio, ambicioso y contemporáneo. Una gran exposición, que es la que ahora presentamos, con la que, hilvanadas por un concepto – en este caso «el autoencargo»–, se ofreciese una muestra en la que estén representadas las principales tendencias e inquietudes del diseño actual.
Más de ochenta diseñadores y estudios han sido convocados para esta exposición. Trabajan en ciudades como Barcelona, Amsterdam, Madrid, La Haya, Nueva York, Ciudad Real, Beirut, Buenos Aires, Gijón, Tenerife, París o Boston, mientras que una parte de ellos lo hace en territorio aragonés, en ciudades como Zaragoza o Huesca, desde donde Isidro Ferrer, presente también entre los seleccionados, ha ganado el último Premio Nacional de Diseño.
Pensamos que la muestra cumple así una doble función: la de ofrecer una visión internacional de diferentes propuestas dentro del diseño, y la de dar lugar a un diálogo entre los trabajos producidos por creadores que trabajan en nuestro territorio con voces e ideas surgidas en otros espacios. Desde el Área de Cultura de la Diputación de Zaragoza antes que el mero lucimiento buscamos una línea fértil, proyectos donde haya flujos de ida y vuelta y que creen vías que han de seguir abiertas una vez acabada la exposición. Sin olvidarnos, por otra parte, de otra cosa que ha de quedar: la edición del catálogo, que de nuevo, como se puede comprobar, quiere ser una obra destinada a convertirse en una obra de referencia en su campo, tanto por la amplitud y selección de imágenes como por los textos de la comisaria de la exposición, Raquel Pelta, y de sus colaboradores, todo un ensayo en torno al diseño, sus fuentes conceptuales y sus tendencias contemporáneas.
La exposición SIN LÍMITES. Visiones del Diseño Actual cuenta con el precedente del interesante proyecto «Encargos canallas» que hace unos años se llevó a cabo desde el Foro de Diseño (Asociación de Diseñadores Profesionales de Aragón), y que ya contó con el soporte conceptual de Raquel Pelta, destacada especialista de ámbito internacional en esta materia. coordinación de SIN LÍMITES. Visiones del Diseño Actual, dada la cantidad de colaboraciones y la variedad de los y lugares de procedencia, ha supuesto un esfuerzo grande, llevado felizmente a cabo gracias a profesionales como Paco Rallo, Carlos Prado, Alfredo Romero y el resto del equipo que ha trabajado en ella.
Miguel Ángel Gargallo Lozano
Presidente de la Comisión de Cultura de la Diputación de Zaragoza
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SIN LÍMITES. VISIONES DEL DISEÑO ACTUAL
Rick Poynor, -uno de los críticos de diseño más reconocidos a nivel internacional-, ha señalado que el diseñador es, por definición, un talento en alquiler que en principio parece libre de determinar el curso de su carrera pero que, en realidad, está obligado a ajustar sus aspiraciones personales y artísticas a las necesidades de sus clientes.
Sin embargo, los grados de ajuste a esas necesidades han ido variando con el tiempo y con introducción de nuevas maneras de pensar pues, en las dos últimas décadas del siglo XX, se han revisado algunas premisas que habían sido claves para el desarrollo de lo que hoy en día entendemos por la profesión del diseñador. El resultado ha sido la aparición de diversos comportamientos que van desde los de quienes -y de acuerdo a las concepciones tradicionales, creen que la presencia del diseñador ha de ser imperceptible, hasta los de aquellos otros que han decidido apartarse del rol de enlace entre productor y usuario que siempre les había correspondido, para tratar y de expresarse libremente o convertirse en creadores y empresarios de sus propios productos.
Autoexpresión, autoría y autoencargo son elementos que durante décadas han permitido distinguir el arte del diseño. Ahora, en un momento de multiplicidad, pluralidad e indeterminación, han dejado de servir como referentes para cualquier tipo de clasificación y se han convertido en algunas de las muchas actitudes que podemos encontrar en un panorama cada vez más complejo y cambiante.
En estos instantes, el diseño se concibe como algo más que un servicio al cliente, pues para un buen número de diseñadores es también una manera de transmitir mensajes personales y de explorar cuestiones sociales, políticas e intelectuales.
Esta exposición pretende, por tanto, recoger esa visión que, por supuesto, no es la única ni la más habitual. No es una muestra sobre diseño, si por ello entendemos que lo que aquí se presentan son productos que podamos o debamos encontrarnos en el mercado; tampoco tiene la pretensión de proponer modelos de lo que es o debe ser esta disciplina ni tiene la intención de indicar las vías por donde discurrirá en el futuro.
Es, simplemente, una exposición construida con el trabajo de una serie de diseñadores que, por un momento, están libres de encargo.
En ella se plantean algunas preguntas que quedan abiertas: ¿cómo se comporta un diseñador cuando tiene libertad para hacer lo que quiera? ¿se expresa? ¿intenta comunicar? ¿resuelve problemas? ¿se expresa y comunica al mismo tiempo? ¿cómo lo hace? ¿desde dónde? ¿recurre al diseño o emplea otros medios? ¿puede opinar? copina? ¿es esto arte o es diseño? ¿importa mucho lo que sea si uno es consciente de dónde están los límites? ¿cuáles son?
Se ha dicho que el diseño se diferenciaba del arte porque el segundo era libre mientras que el primero estaba sometido a las limitaciones del encargo. Ese es el punto de partida de esta exposición, pues “Sin límites” hace referencia a la falta de constricciones impuestas desde fuera a quienes habitualmente trabajan con ellas.
La exposición responde, asimismo, al reflejo de una realidad: estamos presenciando la proliferación del autoencargo, como un modo de buscar o presentar alternativas a un diseño que cada vez se siente más presionado por los criterios del marketing; como una manera, también, de que el diseñador -individuo que vive en sociedad, pueda dar su opinión abandonando la neutralidad a la que siempre ha estado obligado. Por ello, la muestra se subtitula «Visiones del Diseño Actual», porque son simplemente eso, las maneras de ver, mirar, abordar cuestiones diversas que abarcan desde temas sociales y políticos hasta aquellas que afectan más directamente a la profesión, pasando por las investigaciones en nuevos códigos visuales o las más puramente estéticas. Y pese a que no es una muestra de diseño en sentido estricto, a través de algunas de las propuestas podemos entrever las distintas tendencias que sigue el diseño actual, que no son más que el reflejo del carácter híbrido de nuestra cultura.
Desearía transmitir mi gratitud a todos los que han hecho posible esta muestra, empezando por Alfredo Romero, director de exposiciones del Palacio de Sástago, de quien partió la idea de su organización y siguiendo por Ismael Grasa y Obarra Nagore.
Gracias, también, a todos los diseñadores que han intervenido en ella, porque mostraron su entusiasmo desde el comienzo y porque sin su participación nada hubiera sido posible.
A Manolo Estradera, Miguel Sanza y Samuel Aznar, además del entusiasmo, debo agradecer sus sugerencias y, sobre todo por el tiempo que perdieron escuchando mis propuestas. Por eso, mil gracias.
Gracias también a María Gil, Amparo Sayas (Estudio Mariscal), Curra de la Fuente y Mónica Sánchez (OMB), Cristina Martín (Alberto Corazón), Annachiara Sechi (Nani Marquina), Ana Díaz (Manuel Estrada) quienes han atendido siempre con enorme amabilidad mis peticiones. Y a Julián Rebollo por su rapidez y profesionalidad.
Especiales gracias a Carlos Pérez, Pablo Rico, Martín Ruiz de Azúa y Emili Padrós, autores y de los textos de este catálogo, a quienes además de elogiar por los contenidos hay que hacerlo por su puntualidad.
No puedo olvidarme de Carlos Prado que, además de participar en la exposición, ha realizado un catálogo junto con Alfonso Val y Herminia Marco, con infinita paciencia ante los habituales retrasos en las entregas, cuyo diseño trasciende al mero encargo.
Asimismo, gracias a Ricardo García, capaz de arreglar los desaguisados tecnológicos y ayudar a organizar lo que podía haber sido un caos.
Y, por supuesto, mi agradecimiento, por evitar ese caos, por sus consejos y por su ayuda en la coordinación, diseño y montaje de esta exposición.
Raquel Pelta
Comisaria de la exposición