«Los 7 Círculos», Exposición en el Cementerio de Zaragoza.

La Obra “Los 7 círculos”. Cada parte de la obra escultórica tiene su razón de utilización y está basada en la similitud de las varias tradiciones religiosas que nos hablan de los siete niveles de logro espiritual. Lo que hace pensar que la humanidad ha estado consciente de estas verdades desde tiempos antiguos. Cada cultura interpreta los significados de estos niveles de una manera muy similar, y ellas comparten el mismo propósito: la ascensión del individuo del nivel inferior o físico de existencia, a través de los niveles emocionales e intelectuales al contacto divino, la unidad con la Divinidad.

• El granito negro, representa el plano terranal.
• La piedra de Calatorao, las circunstancias que nos rodean y acompañan en nuestra vida.
• El mármol, representa al individuo.
• El acero, representa nuestro espíritu.
• El cobre, y sus 7 círculos, representan los 7 niveles.

«Los siete círculos comprenden la experiencia mortal, del más alto nivel puramente animal hasta el nivel moroncial (nivel intermedio entre el mundo material y el espiritual) más bajo y verdaderamente contactua (determina los acercamientos y análisis desde distintos ángulos) en el cual la autoconsciencia es una experiencia de la personalidad.»

Quizá nuestro concepto de estar «en» cualquier círculo dado se refiere no a completar la maestría en el nivel previo, sino a un grado relativo de maestría o integración de todos los niveles previos y un logro equilibrado de crecimiento de la personalidad entera. «La travesía exitosa de estos niveles requiere el funcionamiento armónico de toda la personalidad, no meramente de alguna fase de la misma. El crecimiento de las partes no equivale a la maduración auténtica del todo; en realidad las partes crecen en proporción a la expansión del yo entero – todo el yo – material, intelectual y espiritual… Mediante este crecimiento equilibrado el hombre asciende los círculos de la progresión planetaria uno por uno, del séptimo al primero.»